Se había acabado la era de la hermandad. Se había terminado la era de la complicidad. El hombre vagaba solo por la senda. Se llego a preguntar como podía haber ocurrido. Quizás habia sido culpa suya o a lo mejor no supo adaptarse a la nueva era. Se sentía perdido, sin una direccion que seguir, entonces algo emergía de entre las sombras. Desenvaino la espada y apareció la negra sombra.
La sombra apareció lentamente y una sonrisa se dibujo en ella y pregunto: "¿Te sientes perdido, hermano? ¿Quieres que te eche una mano?" El hombre preocupado pero listo para combatir advirtió: "No quiero tu ayuda, te conozco muy bien, si te acercas a mi no dudare ni un solo segundo en desintegrarte". La sombra se alejo un poco pero respondió burlona: "¡ Perdóname, hermano, no queria asustarte! No soy una amenaza pero no puedo evitar ver que tu alma se ahoga en el pozo de la pena". El hombre enfadado respondió: "Lo que me ocurra no te incumbe, métete en tus propios asuntos si no quieres que yo mismo te ayude a dejar de existir". La sombra parecía que iba a perder la calma, ya que fruncio el seño al escuchar la respuesta del hombre, pero encogió ligermanente de tamaño y dijo: "Me ofendes, hermano, yo te ofrezco compresion,
mas tu solo me respondes con amenazas. ¿Por que no me das la oportunidad de expresar mi opinion y luego harás lo que creas mas oportuno?". El hombre, dudoso, pensó un buen rato. Conocia muy bien la reputacion de la sombra, pero por otro lado quizás escucharla le ayudaria a olvidarse de su agonia por un buen rato. "Muy bien, habla, pero si intentas algun truco, acabare contigo". La sombra se rio y dijo:" ¡Muchas gracias, hermano mio, te aseguro que no te decepcionare! Ahora te ruego encarecidamente que escuches mis palabras atentamente!" La sombra procedió a relatar su historia, su sonrisa se borro para dar lugar a un rostro aterrador:
"Veo que tu soledad invade tu alma, tu corazón y tu mente. Eso te limita, reduce tu ser a la nada.No seras un buen guerrero, solo una cascara vacía, así que te ofrezco el mayor de los regalos, venirte conmigo, te llevare a lugares donde tendrás la mejor compañia del mundo, reinos de monstruos humanos a los que dar muerte, auténticos palacios de desenfrenado placer, y gente que te adorara y te comprenderá... ¿No es eso lo que deseas? ¿O tienes algo por lo que seguir luchando en este cruel, pervertido y sádico mundo?"
El hombre dudo mucho, por una parte, sus amigos, sus hermanos de armas, lo habían abandonado cuando se quedo tullido, su amada le había dejado por "inútil", su hijo... su hijo era solo un niño, pero no le reportaba ninguna satisfacción cuidarlo. Comprendía que estaba solo y padecia por ello, ¿Que opción le quedaba? Este mundo no le daba casi nada de cariño, así que miro de frente y dijo: "Soy tuyo, sombra, hazme tuyo"
La sombra esgrimió una sonrisa abismal y dijo: "Has elegido la opción correcta, únete a mi y prepárate para conocer la felicidad absoluta". La sombra rodeo al hombre y el hombre se sintió renovado, no sentía mas pena, ni agonía, pero tampoco felicidad, ni ganas de vivir, ahora solo era un ser bajo el mando de la sombra.
En realidad la sombra controlaba y manipulaba a los hombres apelando a su dolor o a sus mas oscuros deseos y los usaba para forjar un ejercito para tener el mundo a sus pies. Con el paso de los años los hombres sucumbieron ante los avances de la sombra, una fuerza inexorable que arrasaba el mundo y que en los años venideros el mundo estaría bajo su poder. ¿Habría alguien capaz de hacerle frente?
NACH